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El Proceso Postural: Una Guía Práctica para Mejorar tu Movimiento

El proceso de Flobility para mejorar la postura y el movimiento se basa en el principio de aprender a trabajar sistemáticamente con el cuerpo. No se trata de seguir un programa rígido, sino de entender cómo activar músculos y regiones específicas para mejorar tu función general. El sistema te proporciona el “libro de recetas” de instrucciones, pero cómo lo sigues es exclusivamente tuyo. Cada persona dará vida a su cuerpo de una manera que es específica para sus necesidades individuales.

Este proceso es simple pero profundo. A medida que continúas entrenando, te enfocarás constantemente en diferentes músculos o regiones, desbloqueando nuevas áreas de tu cuerpo para mejorar la fuerza, la movilidad y la función.

Los Pasos para Mejorar la Postura

En el centro de este método hay un proceso de tres pasos que se aplica a cada músculo y región con la que trabajas:

1. Identifica el músculo o región

Primero, es crucial entender el músculo o región en la que te estás enfocando en toda su complejidad. Ya sea que estés trabajando en restaurar la función de la cadera a través de músculos como el glúteo medio, los aductores, el core anterior y los isquiotibiales, o mejorando la estabilidad de la parte superior del cuerpo, necesitas comprender cada músculo de manera tridimensional. Conocer cómo se unen los músculos, sus orígenes y sus roles en el movimiento es fundamental.

Esta capa desarrolla tu mapa mental del cuerpo, ayudándote a localizar dónde están los músculos específicos y cómo interactúan. La clave es reconocer que cada músculo juega un papel en tu postura, y identificarlos con precisión es esencial para mejorar tu mecánica corporal general.

2. Siente el músculo bajo carga

Una vez que has mapeado mentalmente los músculos, la siguiente capa implica aprender a sentir estos músculos durante el movimiento. Una cosa es saber dónde está un músculo, pero otra es percibir su activación. Esta etapa involucra movimientos de baja gravedad (como trabajos en posición supina) hasta posiciones de alta gravedad (como bisagras), dándote la capacidad de sentir los músculos trabajando bajo carga.

En esta etapa, el contramovimiento se vuelve importante—por ejemplo, entender cómo el tensor de la fascia lata (TFL) trabaja contra el glúteo medio te ayuda a sentir la activación adecuada del glúteo medio. Esta conciencia sensorial te permite refinar tu forma y movimiento, asegurando que los músculos correctos estén siendo activados.

3. Fortalece el músculo a través de tensión y carga

Después de que puedes identificar y sentir los músculos, la capa final se trata de fortalecerlos. Para este punto, has aprendido cómo sentir los músculos y entender su rol frente a sus contrapartes, lo que te permite cargarlos correctamente bajo tensión. Esta etapa se trata de aplicar repeticiones y resistencia a los músculos, reforzando el trabajo de las dos primeras capas.

A través de esta capa, solidificarás tu control muscular, postura y fuerza corporal general, asegurándote de que los músculos funcionen eficientemente como parte de un sistema holístico.

Un Sistema Práctico y Adaptable

Este proceso no se trata solo de “arreglar” tu postura, sino de proporcionarte la habilidad de mejorar consistentemente tu movimiento y alineación. A medida que avanzas por los pasos para cada músculo y región, expandirás tu comprensión de tu cuerpo y cómo se mueve. El sistema es adaptable y flexible, guiándote para que aprendas a tu propio ritmo mientras te proporciona las herramientas que necesitas para lograr mejoras funcionales.

Aunque tenemos mediciones como el mapa del cuerpo para ayudar a rastrear el progreso, este proceso va más allá de solo métricas. El progreso real ocurre cuando construyes la capacidad de controlar y coordinar los músculos que respaldan una mejor postura y movimiento con el tiempo. El mapa del cuerpo es simplemente un reflejo de lo que has aprendido—crece a medida que progresas, pero es el proceso de entrenamiento lo que más importa.

EMPIEZA

  Mejora el control y la conciencia corporal: Aprende a aislar y activar músculos específicos para una mejor postura.

  Fortalece los músculos estabilizadores clave: Construye fuerza a largo plazo entrenando tus músculos bajo tensión.

  Mejora la eficiencia del movimiento: Entiende los contramovimientos para optimizar cómo se mueve tu cuerpo.

  Personalizable a tus necesidades: Adapta el proceso para enfocarte en los músculos y regiones que más lo necesitan.

  Monitorea tu progreso: Usa el mapa del cuerpo como una herramienta para medir mejoras a lo largo del tiempo.

  Mejoras sostenibles: Construye fuerza y movilidad de una manera que apoye cambios funcionales duraderos.

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